Palafrugell: pueblos famosos de la Costa Brava

El municipio de Palafrugell es conocido por ser el epicentro de la región municipal que engloba las pedanías de los conocidos y bellos pueblos de Costa Brava

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El municipio de Palafrugell es conocido por ser el epicentro de la región municipal que engloba las pedanías de los conocidos y bellos pueblos de Costa Brava: Calella de Palafrugell, Llafranc, Tamariu y también el interior campestre de Llofriu. Sus múltiples facetas lo elevan como uno de los municipios más versátiles, tranquilos y apacibles para visitar durante el verano e incluso en los albores de la primavera y el otoño.

Además, Palafrugell destaca por ser la localidad central dónde habita la mayoría de la población y dónde se concentra el comercio y las grandes superficies. También, su mercado dominical es reconocido en la zona por su gran variedad de productos frescos y de proximidad dónde recorrer todas sus calles adyacentes que convergen alrededor del centro histórico: un must es disfrutar de un desayuno con los croissants de la panadería Can Baldiri. Pero si de algo se beneficia Palafrugell es de estar a, literalmente, cinco minutos en coche de sus playas y calas recónditas que no dejarán indiferente a nadie.

Calella de Palafrugell

Empezando por la villa más poblada de la zona encontramos Calella de Palafrugell. Este pueblo pesquero ofrece unas vistas inmejorables desde su extremo norte, donde se encuentra el hotel La Torre y su terraza enfrente del mar, pasando por sus playas delimitadas por la natura rocosa de piedra gris y la variedad de tonalidades de azules de sus calas y hasta llegar al extremo sur en el Hotel Sant Roc con su Balcó de Calella para disfrutar de una comida marinera con un paisaje de ensueño. Entre uno y otro extremo del skyline de Calella lo conforman los blancos y azules marinos de las casitas y edificios bajos y su iglesia que también sigue la misma línea cromática de estilo sobrio y elegante. Las callejuelas adoquinadas para llegar al centro tienen un encanto mágico por lo que muchos se toman una foto mientras disfrutan de los famosos helados artesanales de la Enxaneta. Igualmente, a su visita a Calella debe sentarse en alguna de las terrazas del paseo marítimo para disfrutar del pescado de la zona como en el restaurante Margarita dónde ofrecen una gran variedad de platos con producto fresco de la zona y con una vista privilegiada frente al mar.

Llafranc

Otra de las maravillas que se pueden encontrar en la zona de Palafrugell es el bello pueblo marítimo de Llafranc. Si te encuentras en Calella puedes llegar a Llafranc a través del camino de ronda. Es un sendero de muy fácil acceso y de un recorrido aproximado de veinte minutos. Es muy recomendable pasearlo ya que perfila el litoral de entre estos dos pueblos donde te inunda un cuadro de paisajes verdes y azul marino que vale la pena contemplar. A su llegada a Llafranc encontrará el paseo marítimo a su derecha que recorre toda la playa de arena blanca hasta llegar al puerto situado justo debajo la montaña de Sant Sebastiá y que alberga uno de los faros más bonitos e icónicos de la zona por sus impresionantes vistas; uno casi puede alcanzar a ver gran parte del litoral así como el mismo pueblo de Palafrugell al interior desde su mirador. Por supuesto, el faro también es conocido por su historia: allí se puede visitar las ruinas de los poblados ibéricos que datan de entre los siglos VI a I aC y hacer un recorrido por la capilla del hotel del Faro o bien comer sushi en Far Nomo que se encuentra en la mismísima cimentación de la torre que alberga el faro. Así pues, la montaña del Faro de San Sebastián es, sin duda, una visita que no puede faltar en su paso por Llafranc.

Tamariu

Situado al extremo norte y, accediendo desde Palafrugell a través de una carretera de curvas, encontramos Tamariu: este pueblo de costa es de los más pequeños de la zona pero, justo por este mismo motivo, uno de los rincones con más encanto. A su llegada a Tamariu encontrará la calle de la riera junto a la pineda: esta será la zona para aparcar a escasos metros del paseo marítimo que recorre la pequeña playa dividida entre la parte central, la playa dels Lliris a su derecha -conocida por tener un trampolín entre las rocas- y la playa de “Aigua Dolça” a la izquierda, cruzando el pequeño embarcadero. Esta última no se reconoce a la vista, deberá cruzar el paseo que lleva al puertecito y, finalmente, encontrar este rinconcito de playa con arena gruesa rodeada de magnífica piedra rojiza. Además, Tamariu te ofrece una gran variedad de restaurantes frente al mar para poder pasar y disfrutar de sus vistas durante todo el día: desde el restaurante Es Dofí donde podrás comer todo tipo de pescado y marisco hasta el restaurante Rodondo especializado en arroces y paellas.

Llofriu

Siguiendo la demarcación del municipio de Palafrugell, el siguiente destino a visitar es Llofriu. A pesar de ser la única pedanía sin mar, Llofriu ofrece un paisaje de obra de arte por sus campos de trigo y sus casas de piedra junto a la iglesia casi como si uno estuviera viviendo en el medievo. Asimismo, este pueblo milenario es conocido por haber sido residencia de uno de los grandes autores catalanes del siglo XX, Josep Pla; aunque la fundación y la visita a su casa se encuentran en Palafrugell.

Peratallada

Continuando con la visita a pueblos con encanto de interior, no puede faltar Peratallada y Palau-Sator. Estos dos pueblos, a quince minutos de Palafrugell en coche, son conocidos por ser uno de los núcleos de arquitectura medieval más importantes de Catalunya. Situados a escasos metros uno del otro, Peratallada destaca por su aspecto feudal de calles estrechas y adoquinadas con roca de gres por dónde uno puede recorrer y avistar el castillo y las murallas que lo conforman. Declarado conjunto histórico-artístico y bien cultural de interés nacional, en este pueblo uno se adentrará en la esencia más solariega de la zona.

Palau-Sator

Su vecina, Palau-Sator, también destaca por ofrecer una belleza extraordinaria en sus edificios e iglesias de estilo gótico y prerrománico. Además, en esta villa podréis encontrar el museo rural dónde se puede conocer toda la colección etnológica de herramientas del campo para comprender la evolución de sus usos. Y si algo no puede faltar en Palau-Sator es la visita obligada a alguno de sus múltiples restaurantes: Mas Pou o Can Saló son los más reconocidos por ofrecer una gastronomía típica de la zona que se aleja de los platos de mar y costa y abraza los platillos de carne y ave más significativos del interior del Empordà.

Begur

Aún así, si lo que uno busca es seguir conociendo el litoral de la Costa Brava, otro pueblo con mucho atractivo y con calas de fantasía es Begur. A diez minutos en coche de Palafrugell, este pueblo separa muy bien su centro cultural, situado a lo alto de la colina, de sus playas y calas donde uno debe acceder por carreteras de curvas. Llegando al centro de la villa, se puede disfrutar de un paseo por la plaza central situada al lado de la iglesia así como de calles adyacentes repletas de tiendas y restauración que se llenan de ambiente en las épocas estivales, especialmente el primer fin de semana de septiembre cuando se celebra la famosa fiesta dels Indians. A lo alto del monte se encuentra su buque insignia: el castillo medieval fortificado al que se puede acceder caminando y dónde uno podrá gozar de uno de los miradores de más privilegio de la zona. Tampoco puede faltar bañarse en algunas de sus calas más preciadas como son Aiguablava, Plaja Fonda o Sa Tuna por ser parajes de aguas cálidas y rocas abruptas en medio de la naturaleza.

Pals

En su recorrido por la Costa, Pals es otro destino con una de las playas más amplias de la zona y que permite a los visitantes disfrutar de chiringuitos cerca del mar y actividades acuáticas que requieren del viento que esta playa ofrece como el surf o el kitesurf. Por último, en el espacio limítrofe entre Pals y l’Estartit se encuentran las Islas Medas: un archipiélago situado a escasos kilómetros de la costa que es reserva natural protegida justamente por ser uno de los fondos marinos de más valor por sus praderas de posidonia, sus poblaciones de algas, los corales y variedad de especies de peces. Es un lugar único y muy valorado por todo aquel que le apasione hacer submarinismo o simplemente hacer snorkel y observar la belleza del entorno.

Dónde alojarse

Como puede comprobar, la zona de Palafrugell dispone de muchas opciones de gran calidad y valor paisajístico de las que podrá disfrutar durante su estancia.
Para conocer más sobre dónde alojarse en la zona de Palafrugell no dude en visitar la web de nuestra inmobiliaria y le daremos un sinfín de opciones para que pueda aprovechar su estancia al máximo.

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